La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, participó hoy en la festividad anual de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cantabria y destacó el gran reto institucional que supondrá la elaboración del plan fiscal estructural que tendrá que presentar España en el mes de septiembre para cumplir el nuevo marco fiscal europeo.
La presidenta comenzó su intervención recordando que ayer mismo la AIReF publicó el Informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones públicas 2024, en el que actualizó sus previsiones macroeconómicas y fiscales y sus escenarios a medio plazo. En concreto, la AIReF elevó la previsión del PIB para 2024 hasta el 2% y mantuvo la previsión de déficit del conjunto de las Administraciones públicas (AAPP) en el 3% del PIB. A medio plazo, la Institución estima que el PIB convergerá progresivamente al crecimiento potencial del 1,3% y que el déficit público se estabilizará por encima del 3%. En este contexto, lo deuda se estabiliza en el medio plazo en el entorno del 100% del PIB y a largo plazo inicia una senda desfavorable, lo que hará necesario un ajuste en el plan fiscal para devolver la deuda a una senda descendente y cumplir así con el nuevo marco de reglas europeo.
La presidenta recordó que con la aplicación del nuevo marco los países tendrán que elaborar sus planes fiscales estructurales a medio plazo para su remisión a Bruselas ya en el mes de septiembre. En dichos planes, tendrán que concretar sus compromisos fiscales a cuatro años en una senda de gasto primario neto de medidas de ingresos que no podrá modificarse durante el periodo de aplicación (2025-2028), salvo en casos excepcionales.
Para los países con deuda elevada, como España, los planes implican un gran reto fiscal porque requieren una estrategia para su reducción. Según los ejercicios realizados por la AIReF, el ajuste necesario para cumplir el nuevo marco ascendería a 0,63 puntos de PIB al año si se acomete en cuatro años y a 0,43 puntos de PIB si el ajuste se extiende a 7 años.
Asimismo, la presidenta aseguró que la aplicación de este nuevo marco supondrá también un gran reto institucional dado el elevado nivel de descentralización del país. En este sentido, destacó la asimetría que se da en España en el control de las variables clave del nuevo marco: la deuda y el gasto primario. En España, la Administración Central concentra el 74% de la deuda pública, mientras que las Comunidades Autónomas gestionan el 32% del gasto público. Por eso, la coordinación será clave.
Poco tiempo para un reto exigente
Además, Cristina Herrero aseguró que se cuenta con poco tiempo para un reto tan exigente para la realidad española y que, previsiblemente, deberá abordarse sin haber adaptado el marco fiscal nacional al nuevo marco europeo. Esta circunstancia hará necesario un elevado nivel de transparencia en la metodología y escenarios utilizados para calibrar el ajuste, así como aprovechar todo el expertise disponible. Además, será necesaria una adecuada coordinación y participación de todas las AAPP y un amplio consenso político para asegurar un plan compartido y estable en el tiempo.
En este sentido, en el Informe publicado ayer la AIReF formuló una recomendación dirigida al Ministerio de Hacienda para que inicie cuanto antes el diálogo y los trabajos con todas las AAPP para elaborar dicho plan.
Para finalizar, Cristina Herrero puso de manifiesto la necesidad de reformar el marco fiscal nacional, que ha quedado totalmente desfasado tras la reforma europea. A su parecer, es necesario incorporar la visión de medio plazo, dirigir la atención al crecimiento y la calidad de las finanzas públicas, revisar el sistema de fijación de objetivos y reformar el sistema de financiación y los mecanismos de coordinación, entre otros elementos.